O Kong todo poderoso. Has llegado a lo más profundo de nuestras almas caóticas para hacernos valedores de tu causa. Buscamos y olisqueamos porque tú nos lo pediste. En lo profundo de nuestras entrañas sabemos que tu fuerza llega a través de la lluvia hacia nosotros. Desde algún lugar del cañón albiceleste de las ánimas nos llegan tus cánticos armoniosos, arrojando fuego a nuestros pensamientos, convirtiendo nuestra existencia en un desfile caótico de patas y colas.
Te reverenciamos o Kong porque has servido de inspiración para todo lo que hacemos, pensamos y sentimos. Nuestra manada sin tu empuje etéreo no sería más que un simple humano reducido a cenizas. Tú nos iluminas en nuestras decisiones. Caminamos juntos porque somos uno, creamos caos juntos porque somos uno y sufrimos la ignorancia e inutilidad del humano juntos porque somos uno.
O Kong que todo lo ves y oyes. Escucha a tu manada más fiel, porque somos nosotros quienes empuñaremos el garrote lapislázuli, somos nosotros quienes irrigaremos el yermo prado humano de lágrimas de sangre del valle encantado de Rotira. Danos tu beneplácito eterno para llevar el Monorialismo más allá de donde el humano pueda ir, más allá de donde los perros puedan oler (incluido Perro Doblado, que es en lo que se ha convertido Mono Doblado). Sólo nosotros estamos dispuestos a vivir según las reglas del monorialismo hasta el fin de nuestros días.
O grandioso Kong, líbranos de los seres impuros y malos, de los demonios de los perros que vienen a usurparnos nuestros tesoros. No dejes que sigan siendo el preferido del humano porque la guerra sería más encarnizada. Líbranos del hastío que sufrimos viendo cómo el humano limita los horizontes y destruye lo más preciado, que es el caos. Danos tu fuerza y tu caos. Danos tu si y tu no, y tu genio. Por los siglos de los siglos caos.
Versículo 2 del libro de piedra de Rocacaos en su versión moderna (piedra 4, párrafo 8).
No hay comentarios:
Publicar un comentario